1.-
La Propuesta
Había una vez cinco niñas: Paola, Lidia,
Mila, Raquel y Paqui. Vivían en Cádiz, España. Cerca de allí había
una casa un poco extraña y se propusieron visitarlas.
El sol potente de la ciudad brillaba con
intensidad. Era el día de la aventura. Todas estaban preparadas
con sus mochilas y decididas para emprender el viaje.
Empezaron a caminar y .......
2.-
¡ Qué miedo!
-¡Ahhhhhhhhh! - Gritó Paola.
-¡Es sólo una cucaracha! - Dijo Mila, con
valentía.
-Creo que no ha sido buena idea venir -
Dijo Paqui.
- No te preocupes, lo pasaremos bien. -Dijo
Raquel.
-¡ Allí está la casa!. ¡Llegamos! - Dijo
Lidia.
Se vieron ante una reja oxidada.
¿Cómo entraremos?- Dijo Paola.
Con una navaja - Dijo Raquel, bromeando.
-No es broma- Dijo Paqui, sacando una navaja.
-¡Caray! - dijo Mila - ¡Qué bien preparada
vienes!.
- ¿Aprovechamos para comer los bocadillos?
- dijo Lidia, al ver la navaja, se olvido del miedo y se le abrió
el hambre.
-¡Dame el mío que es de chorizo! - dijo Raquel.
- ¡¡¡ Solo pensáis en comer !!! . Paqui,
abriré la reja y entremos. - dijo Mila.
Raquel y Lidia se quedaron perplejas y
con hambre. Y Paqui decidió obedecer.
3.
La Casa
A lo lejos vieron la casa. Era enorme,
como una mansión. Daba mucho miedo (... , y asco).
A pesar de ello decidieron pasar.
Empujaron la puerta y sonó... , una canción
¡¡¡de Ricki Martín!!!. Todas se miraron sorprendidas. Lidia apurada
dijo:
- Lo siento, con los nervios he encendido
mi walkman. Lo apagaré. Se volvieron todas de nuevo hacia la puerta.
Paqui se cayó al suelo y empujó a Paola.
Paola empujó a Lidia. Lidia empujó a Raquel. Y Raquel hizo lo
propio a Mila. Y ¡zas! todas rodaron por el suelo y con la caída
llegaron al centro de la sala.
-¿Que es esto?- Se preguntó Raquel.
-!! Es mi pieeé¡¡- gritó Paola
Entre el lío de pies apareció una cara
hablante.
-¡ Cuidado con mi ojo ! - Suplicó Mila.
Todas con cuidado se desenredaron.
Raquel al levantarse pulsó un interruptor
con su espalda. ¡Zap! La luz se encendió y a más de una se le
pusieron los ojos con chiribitas al desaparecer la oscuridad.
La habitación olía mal y las paredes estaban
sucias de humedad.
Había muebles tapados con grandes paños
rosas. - Serán horteras- dijo Paola - Mira que poner paños rosas
en una habitación tan pálida como esta.
- Bueno, sentémonos a comer los bocadillos-
dijo Raquel - Tengo mucha hambre.
- Si, si - dijo Lidia - Los sacaré, los
tengo en mi mochila.
- Pero bueno, qué glotonas- dijo Mila -
en fin, comamos, yo también tengo hambre.
4.-
La Decisión
Después del jugoso festín, iniciaron la exploración de la casa.
Tomaron el largo pasillo que se abría en el salón.
-Chicas, ¿habéis traído linternas?. Aquí
no se ve un pijo. - dijo Paqui.
La precavida Lidia, grito - Yo si. Tengo
dos.-
-Yo también he traído una- dijo Mila.
Al final del pasillo vieron 5 puertas.
En cada una ponía el nombre da cada una de ellas.
Paola dijo chillando, - ¡qué extraño!,
¿cómo es que pone nuestros nombres?.
Todas las chicas estaban realmente sorprendidas
al ver sus nombres en las puertas, pero todas callaron. Paqui
se apresuró a abrir la puerta con su nombre por si le esperaba
una sorpresa. Algo la arrastró hacia dentro y la puerta se cerró
de golpe.
Todas chillaron. Pero todas, menos Paola
abrieron sus puertas y entraron. Paola se quedó sola en el pasillo.
Corrió hacia la salida y ¡plof! se dio un golpe. Se le había olvidado
abrir la puerta.
Salió por fin de la casa y se internó el
bosque.
5.-
Raquel
Ya dentro de la habitación Raquel lentamente caminó hacia el
fondo. Iba con cuidado. De pronto algo cayó sobre ella. Algo o
alguien había arrojado un cubo de ¿agua? sobre ella. Se quedó
cortada y le entró frío. Empezó a correr y algo la frenó de golpe.
Otro cubo, pero esta vez de, algo parecido a harina, cayo sobre
ella.
Se asustó y se dejo caer en la pared para
descansar un poco, cuando una suave y fría mano se le puso en
el hombro y otra la cogió por la cintura.....
6.-
Mila
Cuando Mila ya estuvo dentro de su habitación,
notó enseguida una fuerte viento que le levantó la falda y la
empujaba hacia la pared.
Por suerte tenía una ventana cerca.
Intentó abrirla. Algo se le enredó en el
pie y al tirar de ello, algo rodó por el suelo y el viento desapareció.
Una sombra se acercó a la ventana.....
7.-
Lidia
Lidia entró y encontró un horroroso
boquete en el suelo, que cogía todo el ancho del pasillo.
Para pasarlo tuvo que reflexionar un poco...
Lo pisó y crachhhhhhhhh, se rompió la madera.
- Pero se supone que me debía de caer.-dijo
Lidia-.
- Eh ¿pero que broma es esta?....
8.-
Paqui
En cuanto entró Paqui cayo de bruces al
suelo. Se dió un buen golpe. Algo bajo sus pies le había hecho
resbalar. Poco a poco se fue recuperando y levantándose. Cuándo
ya estaba erguida y se iba a sostener sobre los pies, de nuevo,
¡maldición! cayó al suelo. Otra vez había algo que la hizo resbalar...
9.-
Paola
Paola seguía corriendo ......
Ya se había hecho de noche, la luna brillaba
como siempre...
Algo detuvo a Paola. Una luz le dijo a
Paola: Vuelve a salvar a tus amigaaaas, y metete en tu puerta.
-Esa voz me parece familiar... - Bueno,
volveré-
10.-
La red
Paola corrió hacia la puerta (esta vez
la abrió) y se encaminó hacia su habitación.
Una vez estuvo dentro vio una jaula .
Estaba cerrada. Quiso abrirla, y al hacerlo...
¡Se cerro la puerta! Un chorro de agua
cayo sobre ella. Había goteras. En la jaula Paola oyó algo...
¡¡¡¡Un loro!!!!...
Entre tanto jaleo como armaron Paola, Raquel,
Paqui, Lidia y Mila ¡Plof!
se cayeron las paredes.¡No se habían dado cuenta de que todo el
tiempo habían estado en una misma habitación! ¡Solo las separaban
cuatro tabiques de cartón!
-¿Qué hacéis vosotras aquí?. - dijo Raquel.
- Eso, ¿qué hacéis vosotras aquí? - dijo
Paola
- ¡ Eh, eso lo debería preguntar yo!. -
dijo Mila
¿Se puede saber qué estamos haciendo todas
juntas? - dijo Lidia.
Raquel vio que lo que le agarraba del cuello
y de la cintura era un maniquí.
Mila se dio cuenta de que lo que se le
enredó en el pie era el cable de un ventilador que era lo que
estaba produciendo el viento.
Lidia vio que no era un boquete de verdad
lo que rodeaba todo el suelo, solo era un circulo pintado con
un gran rotulador.
Lo que tiró a Paqui al suelo tantas veces
eran canicas resbaladizas.
Y al fin Paola se dio cuenta que la jaula
donde estaba encerrada era la casita de su loro Pancho.
Todos ellas oyeron unas carcajadas
Eran las risas de sus padres
que les habían gastado una broma.
¿De dónde habéis sacado ese ventilador,
en casa no tenemos? dijo Mila a sus padres.
- Es de los padres de Lidia- contestaron
los padres de Mila, a la vez.
-¿Y ese rotulador tan gordo y encima de
color púrpura?- Le dijo Lidia a sus padres.
- De color púrpura nada. Era negro- le
contesto su padre- Y lo tenia escondido para darte una sorpresa.
Paqui tampoco se calló: Con las canicas
me podía haber matado.
-No exageres que en casa hay enfermera-
le contestaron.
Las chicas se miraron entre ellas y una
dijo sintiendo por todas - ¡Nos habéis dado un buen susto!.
Pero inmediatamente todas
pasaron del enfado a la risa.
Y como eran una chicas sin arreglo, volvían
a casa y seguían hablando de casas encantadas, cementerios, muertos
vivientes, piratas y tesoros escondidos.
No es que fueran muy valientes, a veces
tenían mucho miedo, pero habían descubierto algo que las hacia
fuertes: la amistad.
La risas se oían a lo lejos en el camino
y el amanecer empezaba a iluminar la ciudad.
Todas se miraban :
¡¡¡Tenemos que ir al "cole"!!!
- Pero chicas si hoy es domingo.- ja, ja,
ja ...
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