Ni todo lo pequeño es nimio, ni todos los duendes son buenos: de hecho, se llama Poltergeist a toda una saga de duendes "traviesos". Creemos que es el caso del enano que aparece en este cuento de los Hnos. Grimm. Lo que recomendamos muy en serio para evitar problemas es no decir al rey que sabes convertir la paja en oro si no es cierto.
Primero fue El Monstruo del Armario, y ahora parece que las ollas también sirven de guarida a cierto tipo de monstruos. El testigo presencial de uno de estos descubrimientos quedó un poco afectado por la visión, como puedes comprobar en el informe que presentamos.
El monstruo de la ollaAdaptación del original de La tatara-tatara-abuela
Hace mucho, mucho tiempo, vivió en un lejano país una humilde mujer, vieja y solitaria. Se ganaba la vida haciendo pequeños favores en las casas de la aldea a cambio de algo de comida o alguna prenda de ropa usada. Y siempre, siempre, lucía una bonita sonrisa en su cara que reflejaba su ánimo alegre y su espíritu feliz. Realmente parecía que nada le faltara en la vida.
La tatara-tatara-abuela
Existen un montón de cuentos cuyo autor se ha olvidado. Se pasan de generación en generación, oralmente y a través de los libros. Suelen tener muchas versiones diferentes.